El rol del profesional de la Psicología en los cuidados paliativos
Mantener una buena salud mental es fundamenta en todas las etapas de la vida. En la etapa de final de vida, tras el diagnóstico de una enfermedad terminal, la Intervención Psicológica resulta especialmente relevante. Enfrentarse a un diagnóstico de terminalidad supone un reto psicológico adicional para las personas por las distintas implicaciones que tiene.
Respecto al paciente, entender, asimilar y aceptar que se acerca el final de nuestra vida, el miedo a no saber cómo será ese final, la tristeza por el deterioro progresivo que supone y la pérdida progresiva de autonomía, la rabia e impotencia por no poder evitarlo y el disconfort que genera los síntomas que pueden sufrirse a lo largo del proceso (dolor, agitación, astenia, estreñimiento, disnea, etc), la ansiedad derivada de ver que nuestros recursos internos y externos se ven desbordados constantemente por padecer una enfermedad terminal, son algunos de los factores que hacen que en muchos momentos necesitemos este soporte psicológico por parte de un profesional cualificado, de cara a poder mantenernos mentalmente sanos a lo largo de todo este proceso.
Por otro lado, el cuidado psicoemocional de los cuidadores principales, familiares, amigos, etc, del paciente son fundamentales, para garantizar que su red de apoyo social, proveedora de esos recursos externos que el paciente necesita en muchos momentos, pueda mantenerse fuerte a lo largo del proceso. Aprender a cuidarse para poder cuidar, de cara a prevenir la claudicación familiar del cuidador principal, tener unas pautas claras de cómo cuidar de nuestro ser querido, evitando la conspiración del silencio cuando es desadaptativa, el soporte emocional durante el proceso de la enfermedad y el seguimiento del proceso de duelo tras el fallecimiento del paciente, son elementos que también debemos tener en cuenta.
Al igual que el paciente y la familia necesitan ese soporte para poder sobrellevar la situación de la mejor forma posible, es fundamental estar pendientes del cuidado de los profesionales que les dan soporte. Dotar de la habilidades de comunicación necesarias para la transmisión de información al paciente y su familia, especialmente la transmisión de malas noticias, ayudar a estos profesionales a entender las causas psicoemocionales que llevan al paciente y su familia a actuar como lo hacen en momentos determinados, lograr que estos equipos multidisciplinares, compuestos de distintos roles profesionales (psicología, medicina, enfermería, trabajo social, auxiliares, celadores, personal de limpieza, voluntarios, etc), mantengan una relación cordial y trabajen de forma interdisciplinar, así como el cuidado psicológico de estos profesionales, orientado a la prevención de su claudicación por desgaste emocional (burnout), son elementos esenciales a la hora de mantener el cuidado del equipo sanitario, dotándolo de las herramientas psicológicas y conductuales necesarias para saber
cómo cuidarse para poder cuidar.
Para finalizar, además del cuidado del paciente, sus familiares y los equipos que les atienden, es necesario garantizar el soporte en duelo de los familiares y profesionales sanitarios tras la pérdida del paciente, y por otro lado, garantizar que se cumplan las necesidades espirituales del paciente a lo largo de todo el proceso.
A lo largo de 6 módulos, vamos a tratar en este curso de mostraros lo que es el trabajo de un profesional de la Psicología en el terreno de los cuidados paliativos.
– Módulo introductorio
– Módulo I: Intervención con el paciente
– Módulo II: Intervención con los familiares
– Módulo III: Intervención con el equipo de trabajo
– Módulo IV: Soporte en el duelo
– Módulo V: Trabajo en el área espiritual
